viernes, 20 de diciembre de 2024

Reseña navideña: Baby Beneath the Christmas Tree


Arrancamos con los escritos de Navidad, y si bien las temáticas en estas obras son similares, sí hay patrones distintos si buscamos bien; esta vez vamos a leer
Baby Beneath the Christmas Tree, allá vamos...

 Gwendolyn Mckeize ya no cree en nada, luego de ser abandonada al estar embarazada. Con su hija Claire de pocos meses de edad consigue trabajo de secretaria en la granja Teaberry (en Navidad se dedican a vender árboles grandes para la ocasión), y si ajusta el salario piensa usar el dinero para terminar el último semestre de la universidad. Grande es la desilusión cuando el presidente Andrew Teaberry, un importante hombre corporativo, no desea que la bebé esté pues interferirá cuando haya que trabajar...sin embargo un percance de último momento en la casa hará que el ejecutivo tenga que contratarla.

 ¿Así de fácil? No tan rápido, si Gwen tiene que limpiar, cocinar y a la vez ser la secretaria, se debe dar un aumento al personal ¿verdad? y Andrew cederá, pues el pueblo es pequeño y es mejor tener a alguien que ya fue entrevistada. Además, su hijo Brody de 12 años está en plena preadolescencia, y tiene ganas de rebelarse con su progenitor, y él sólo desea terminar un contrato millonario, ¡por eso vino a esta vieja mansión!

De a poco se irá conociendo el pasado de ambos protagonistas, mientras surge algo más que una relación laboral.

 

''Él es un hombre rico, y también mi jefe, muy fuera de la liga"

 

Drew está indeciso, pues la quiere, pero no desea que quede como aprovechado, encima doce años mayor ¿qué podría verle a un tipo que sólo tiene ojos para la empresa? Esto último es casi una obsesión, pero a la vez una forma de evadirse, así todo Gwen ve que padre e hijo se parecen e intenta de varios modos ir aumentando la cercanía entre ellos, ya que ambos también son orgullosos. Brody es un chico que mientras pareciera resentido lo que tiene es una tristeza infinita, sintiéndose culpable y responsable del infortunio de la pareja que fueron sus padres, tarea que irá viendo que no es así pues Gwen tiene la habilidad de hacer que todos hablen de los años anteriores.


Culpas, deseos, rarezas, continuos contratos millonarios muestran a un hombre de negocios inflexible y a la vez de excelente corazón; no está buscando aprovecharse por un dólar de más e incluso no teme perder si eso hace feliz al entorno cercano. ¿Cuál es entonces el miedo del personaje?

 

Leyendas clásicas tienen su presencia: el más conocido es tocar un árbol para que se cumpla el deseo verdadero, ninguno cree en esas tonterías, pero no dejan de tocar las ramas. La madre de Brody, exesposa del protagonista, es mostrada con toda la furia e indiferencia en pocas viñetas, mientras más soberbia la dibujan nos caerá peor que una patada en la frente y está perfecto, ya que nos revela cuanto dolor dejó a los demás.

 

En 128 páginas vemos trazos limpios y un trabajo intenso en los fondos, especialmente en secuencias dentro del enorme caserón. Caras serias y alargadas, sin tanta expresividad en los ojos y olvídense de los superdeformed, pues no lo encontrarán en esta obra mezcla de josei con shojo.

La guionista de este título es Susan Meier, que se dedica a escribir folletos y novelas románticas y en su poder con más de cuarenta libros en sus hombros. La editorial Harlerquin Enterprises Limited, hizo un acuerdo para pasar a formato manga a varios autores, todos relacionados con el romance. El dibujo quedó en manos de Yu Senke, mangaka que se aboca a plasmar la esencia de cada novela que le toque, aunque especialista en la tan trillada “hombre millonario y apagado conoce mujer con dificultades, pero con vivacidad”, vamos, culebrones atemporales.

Y sí, terminan todos felices y con beso incluido ¿o acaso no se espera eso en los one-shoots navideños? Nos vemos en otro escrito. 


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