De a poco se
irá conociendo el pasado de ambos protagonistas, mientras surge algo más que
una relación laboral.
''Él es un hombre rico, y también mi
jefe, muy fuera de la liga"
Drew está indeciso, pues la quiere, pero no desea que quede como aprovechado, encima doce años mayor ¿qué podría verle a un tipo que sólo tiene ojos para la empresa? Esto último es casi una obsesión, pero a la vez una forma de evadirse, así todo Gwen ve que padre e hijo se parecen e intenta de varios modos ir aumentando la cercanía entre ellos, ya que ambos también son orgullosos. Brody es un chico que mientras pareciera resentido lo que tiene es una tristeza infinita, sintiéndose culpable y responsable del infortunio de la pareja que fueron sus padres, tarea que irá viendo que no es así pues Gwen tiene la habilidad de hacer que todos hablen de los años anteriores.
Culpas,
deseos, rarezas, continuos contratos millonarios muestran a un hombre de
negocios inflexible y a la vez de excelente corazón; no está buscando
aprovecharse por un dólar de más e incluso no teme perder si eso hace feliz al
entorno cercano. ¿Cuál es entonces el miedo del personaje?
Leyendas
clásicas tienen su presencia: el más conocido es tocar un árbol para que se
cumpla el deseo verdadero, ninguno cree en esas tonterías, pero no dejan de
tocar las ramas. La madre de Brody, exesposa del protagonista, es mostrada con
toda la furia e indiferencia en pocas viñetas, mientras más soberbia la dibujan
nos caerá peor que una patada en la frente y está perfecto, ya que nos revela
cuanto dolor dejó a los demás.
En 128
páginas vemos trazos limpios y un trabajo intenso en los fondos, especialmente
en secuencias dentro del enorme caserón. Caras serias y alargadas, sin tanta
expresividad en los ojos y olvídense de los superdeformed, pues no lo
encontrarán en esta obra mezcla de josei con shojo.
La guionista
de este título es Susan Meier, que se dedica a escribir folletos y novelas
románticas y en su poder con más de cuarenta libros en sus hombros. La
editorial Harlerquin Enterprises Limited, hizo un acuerdo para pasar a formato
manga a varios autores, todos relacionados con el romance. El dibujo quedó en
manos de Yu Senke, mangaka que se aboca a plasmar la esencia de cada novela que
le toque, aunque especialista en la tan trillada “hombre millonario y apagado
conoce mujer con dificultades, pero con vivacidad”, vamos, culebrones
atemporales.
Y sí, terminan todos felices y con beso incluido ¿o acaso no se espera eso en los one-shoots navideños? Nos vemos en otro escrito.
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