Ahora, Japón ya no existe como nación, la raza oriental es reprimida y vulgarizada al extremo, siendo esclavos y sirviendo a una cruel dictadura que se autodenomina Neo Europa. No hay luchas ni rebeliones, los hombres vomitan su impotencia ante el descaro de las fuerzas extranjeras, las mujeres sirven para satisfacer a las tropas, los hombres son juguetes de los cazadores. ¿Libertad? Una utopía. Si ya con Code Geass se podía visualizar el cruel destino de los estados con menores recursos armamentísticos, la tierra del "Japón futuro" es prácticamente la muerte. Pocos víveres, agua racionada y lo peor: el placer del poderoso hacia la cultura derrotada, generaciones donde el miedo es corriente. El paisaje no ayuda con su parecido a los desiertos de Mad Max o "El puño de la Estrella del Norte" (otra obra de Buronson), sin embargo aquí los motociclistas (junto al grupo de Katsuji) tendrán la opción de ayudar a la resistencia, donde poco a poco los oprimidos pasarán a engrosar las filas del pueblo descontento y harto de tanta barbarie sin sentido. Con su pasado de yakuza, el protagonista podrá emplear la violencia sin tener que rendir cuentas a las leyes existentes, la fuerza suprema es valorada como el mejor don. Si no decae es por el amor que profesa a Yuka, persona que no tiene relevancia al principio pero adquiere importancia con el correr de las páginas. Ya acostumbrados con muchas obras post-apocalípticas, los autores repiten el mensaje de títulos similares, donde la naturaleza, harta de la humanidad, da un aviso final: "sólo sobrevivirán los más fuertes".
Se alude una crítica social en donde los japoneses tuvieron la mayor parte de la culpa, siendo actualmente los renegados, odiados a nivel mundial por la podredumbre que se iniciara en sus poblaciones y arrastrando al planeta consigo. El nivel de las armas se reduce prácticamente al número, el arsenal de detonación quedó extinguido sin posibilidades de recuperarse. A excepción de ballestas y algunas lanzas, los combates que se extienden en el tankoubon se remiten a la utilización de picos, bates con púas, hachas, espadas y puñales de todo tipo, por lo cual la lucha es principalmente de cuerpo a cuerpo. Motocicletas, camiones y algunos automóviles adaptados a la arena son el medio de transporte, aunque lo que prevalece es la tracción sanguínea, los caballos que siguen igual de realistas en cuanto a trazos. Como todo trabajo que involucre acción, las pasiones y verdaderas cualidades se manifiestan en los momentos importantes, cambiando entre lealtad, cobardía, voluntad, traición, lo clásico hallado en toda obra. Felizmente la trama se cierra con un final digno tras casi 220 páginas. Las líneas costumbristas de Miura (su trabajo más conocido es Berserk) nos aportan sus combinaciones de grises, notándose en los lugares donde el fuego carcomió lo existente en el pasado. Muchas viñetas cargadas, trazos oscuros para sentir lo claustrofóbico en los interiores, dejando "limpios" a los personajes para remarcarlos con los objetos que rodean su entorno. Posteriormente es agradable el mejor nivel de los fondos, más detallados que la obra anterior de este dúo, pero no todo es color de rosas: el guión no es nada original, no digo que la historia sea mala pero el tópico de enviar a unos cuantos antagonistas en carácter, estudios y fuerza hacia el futuro... ya se ha visto en demasiados títulos. A pesar de lo anterior, el dibujo hace que no disminuya nuestra atención hacia Japan, la calidad del mismo queda garantizada. Un ex yakuza, una bella periodista, la Tierra semi devastada, ladrones del desierto, mucha sangre, ¿se lo van a perder? Lo mejor: El dibujo, muy cuidado, la importancia de los personajes secundarios Lo peor: Similar a muchas obras de viajes “espacio temporales”, final abierto