Si, ya hemos hablado de la versión anime de K-on! en la
Revista n* 62 (diciembre 2017) y ahora vamos al inicio, ya que la versión
animada salió de una serie de manga en formato yonkoma, esto es cuatro viñetas
que se leen de arriba hacia abajo, casi siempre de formato cómico. Escrita e
ilustrada por Kakifurai (o Kakifly), seudónimo que significa ''ostras
fritas" se inició en el 2007 y finalizó en el 2012, con 6 tomos
recopilatorios.
El estilo de dibujo es simple pero efectivo: empatizamos con
las protagonistas casi en el momento, mientras vemos sus ocurrencias diarias en
el club.
La trama nos sitúa en Sakuragaoka Girls' High School,
donde el club de música está a punto de ser cerrado por la falta de personal,
ya que los anteriores miembros se graduaron y la cantidad mínima para un club
es de cuatro participantes. Ritsu Tainaka, quien toca la batería,
convence a su amiga Mio (bajista) para ingresar y formar una banda,
logrando conseguir a una tercera integrante, Tsumugi, que aportará los
teclados a la formación. Sin embargo, no es suficiente y ahí es cuando hace
presencia la protagonista principal: Yui Hirasawa.
Esta chica se había inscripto inicialmente por impulso, sin
saber tocar ningún instrumento, y pensaba renunciar, las otras tres hacen lo
posible para retenerla y tocan un tema...que mucho no la convence; no obstante,
se transmite la diversión en el ambiente y quiere formar parte de esa aura de
fiesta. Finalmente ha nacido Afterschool Tea Time, un grupo de cuatro
amigas que arrancan desde cero para crear canciones, tocar en eventos y lo más
importante: comer y haraganear todo lo posible en el Club.
Lo que hace falta es una guitarrista, papel asumido por Yui
así que el grupo entero irá a visitar locales para comprar una, y aquí vemos
gags sin descanso, la elección de los modelos (que recae finalmente en una
Gibson), el peso, la forma, y algo muy importante, el valor monetario. ¿Una
misión imposible? No para Mugi, que tiene un as bajo la manga.
Tocando en el festival de la secundaria, haciendo viajes y
comiendo cada manjar que traiga Mugi al Club, se pasan los meses y a mitad de
la cursada ingresará una quinta chica, la joven Azusa, que también
practica la guitarra.
Inicialmente
espantada por las pocas prácticas y la impresión de ser una cafetería en vez de
un rejunte de talentos melódicos, se irá acostumbrando al desorden mientras
sube su nivel de técnicas.
¿Cómo pueden tocar
así de bien, si se la pasan comiendo en vez de tocar?
La personalidad de cada una de ellas es variopinta, y le da
sabor al contenido de la obra; de hecho, es lo esencial ya que al ser un slice
of life recae casi la totalidad de la obra en las diferencias.
Ritsu, la autoproclamada presidenta del Club, tiene una
energía inagotable. y es quien hace bromas casi constantemente, por ello
también es la destinataria de los ''chichones'' por su actitud, generalmente de
parte de Mio. Le llama la batería porque se ve cool como suena, según sus
palabras. Tiene un problema con las inscripciones, reservas y todo lo derivado
en papelerío, lo que trae más líos (y risas) al conjunto.
Mio, amiga desde la niñez de la anterior, es la voz de la
razón, bastante tímida pero más centrada y enfocada en querer mejorar
musicalmente al cuarteto. Al ser zurda se emociona cuando halla alguna relación
a esto, es la bajista y toca la marca Fender American Standard Jazz. Por sus altas notas
en el colegio se encarga del aprendizaje de las más vagas, léase Ritsu y Yui
particularmente. Va perdiendo el temor escénico con el correr de la obra.
Tsumugi (Mugi) es alguien sonriente y gentil, con algo dulce
para convidar a sus amigas. Se sabe que su familia es muy rica, y siempre pone
alguna localidad para disfrutar las vacaciones. Toca el teclado-sintetizador Korg
Triton. Tiene ideas alocadas y se divierte con escenas yuri.
El personaje principal Yui, es quien se lleva toda la
atención y compite junto a Ritsu para ver quien hace la mayor tontería.
Vocalista y guitarrista (una Gibson Les Paul), aprende con una facilidad
asombrosa cualquier técnica si le es bien descrita, pero se distrae con igual
rapidez. No puede hacer dos cosas a la vez, por eso estudia exámenes en la
secundaria y luego la guitarra, y viceversa, en un ciclo sin fin. Puede afinar
su guitarra “de oído”. Su hermana menor Ui es más concentrada y mejor
estudiante, quien ayuda a sus amigas a sentirse cómodas cuando van a la casa
para ensayar. En la versión animada tocan las mismas marcas pero agregan variaciones a futuro, así vemos otras firmas musicales, todas reales y reconocibles.
Con un año menos que el cuarteto original, Azusa es la
última en ingresar al Club, segunda guitarra del grupo (Fender Mustang)
y quien se asombra por el nivel de amateurismo reinante. Aunque de a poquito se
irá relajando y ve que además de la música y los dulces, realmente la quieren.
Se broncea en cuestión de minutos y vuelve a su tono normal con rapidez
apabullante.
Finalmente, los secundarios no se quedarán atrás, amigas en
común, los padres de la protagonista, vendedores, y quien se lleva la ovación mayor:
una mujer de veintitantos años quien detrás de una fachada amable y dulce nos
encontramos a la profesora Sawako, ex integrante del Club de música en
su juventud. Sobornada tras encontrar unas fotos de ella en pose punk y actitud
ridícula, es bienvenida a aportar su conocimiento y madurez en cuestión de
técnica. Se relaja cuando está en confianza.
A través de las páginas y arcos donde vemos que van pasando
los meses, detectamos más responsabilidad y ganas de disfrutar esos momentos,
una cofradía de amigas que no paran de estar juntas hasta en las vacaciones;
Mugi conoce rutinas que no le son comunes y se alegra de estar incluida sin
miramientos, no por el dinero. Mio sigue responsable y disfruta esos momentos
de ocio. Azusa ve a sus senpai muy divertidas, y será la responsable en
el futuro de seguir con el Club, Ritsu es una fuente de energía y propuestas,
Yui, alternando entre relajarse al 100% o estudiar lo mínimo…
En Argentina fue puesto al público por la Editorial Kemuri,
en un tomo compilatorio que abarca hasta el final de la secundaria, hay una
continuación donde siguen las aventuras del cuarteto en la universidad sin
perder las ganas de seguir tocando sus instrumentos, habrá que esperar a ver si
es publicado.
En resumen: Una obra que engolosinará a quienes
miraron la versión animada, un enfoque original de lo que es pertenecer a un
grupo de amistad, mientras hacen de todo para estirar las sesiones musicales.
Se lee con rapidez.