No voy a presentar una obra digno del dibujo como Sangre Real o colorido como La Mazmorra, el estilo proviene de los antiguos cómics, tebeos, historietas o como deseen llamarlos. El entintado es a lápiz, sin detalles de perfecta calidad o contrastes tal como sucede en Fábulas; sin embargo en sus tiempos este título fue bastante aceptado por la forma de narración, y principalmente por la enigmática figura del protagonista principal.
Autor: Robin Wood
Dibujo: Luis Olivera, Carlos Leopardi, Ricardo Villagrán, Sergio Mulko
Año: 1967-1990 (historia principal)
1990-1998 (aventuras varias)
Nippur, joven jefe de soldados de la ciudad de Lagash, observa con desconfianza el extraño ofrecimiento de paz del rival de su rey. Razón no le falta pues con traición Luggal Zagizi asesina al monarca, a su legión de guerreros y esclaviza a la población. Escapando de una muerte segura Nippur, junto a su amigo Ur-El, juran volver algún día para acabar con el tirano.
Con toda la vida por delante, Nippur se forjará un nombre propio en diferentes batallas, rechazando reinos y viviendo en total libertad con sus ideales, ayudando a quien lo necesite para una buena causa. Con los años se lo conocerá como el Errante, luego el Incorruptible, más adelante como el Tuerto de Lagash, sin olvidar nunca su verdadera meta: reconquistar su ciudad y tener revancha.
Estilo de dibujo: Aunque el guión corre a cargo de Robin Wood, no se debe olvidar la evolución de las perspectivas del hombre de Lagash. Inicialmente Luis Olivera sería el encargado de plasmar su talento, poniendo énfasis en los diálogos y los combatientes pero descuidando los fondos, tarea que subsanaría con el tiempo y siendo el más notorio de todos los dibujantes su evolución.
Carlos Leopardi es reconocido por su impronta en la "saga del Tuerto", más simple aunque bien detallado. Con Ricardo Villagrán los fondos y paisajes adquieren más importancia y se alternan los juegos de iluminación y sombras. Finalmente, para la "Reconquista de Lagash" las líneas corrieron a través de Sergio Mulko, quien prevalece en el blanco y negro ya que el entintado no juega mucho a su favor. Desconozco a los que siguieron las aventuras posteriores, ya que el objetivo de Nippur estaba hecho y no deseaba leer una continuación que manchara todo el trabajo anterior.
Sobre el autor:
Robin Wood es más conocido por sus dibujos de "Pepe Sánchez", la burla a los espías James Bond (estilo Smart 86), luego se decantaría por el cómic adulto, hallándose "Savarese", "Or-Grund", "Dago" y "Gilgamesh, el inmortal" entre sus obras más conocidas.
De los numerosos premios en su haber, destaco el "Yellow Kid" 1997 en Roma, valorado entre los historietistas por su objetividad, ya que muchos galardones son regionales y pecan (para qué negarlo) de favoritismo.
Opinión personal:
Aaaah la nostalgia, hablar de Nippur es volver a querube, si lo conocí por estar en cama y mi viejo me lo dio mientras me curaba una gripe (algo que a muchos seguro les pasó, un clásico "quedate quietito leyendo y te curarás más rápido). Lo primero que llamó la atención de aquel niño sería el estilo de vida que le confería una cercanía al tan famoso cómic de "Conan, el aventurero". Grata sorpresa con sólo mirar las primeras páginas, algo más organizado y si bien los músculos abundan, son más realistas y no tan "físico culturistas" como otros títulos que se hallaban en la habitación. Mis pupilas querían ver el inicio de la saga, el por qué de su andar errante, si se podía sacar más jugo o era algo común, y poco a poco comenzaría a revisar en "estanterías de viejas librerías" recolectando algún que otro número perdido y formando la colección que tanto añoraba.
Aprendía muchos formaciones que existieron en guerra reales para vencer a multitud de enemigos (especialmente en la "Saga de Egipto") aun teniendo a su cargo ejércitos no tan organizados. Dependiendo el armamento se obtenía una ofensiva equilibrada que podía hacer frente al número invasor. Claro que nada de esto sería posible si no fuera por los secundarios, recurrentes personajes que harán la vida más fácil y llenarán los años de gozo del Errante. Mencionar las virtudes y defectos de cada uno es para varias páginas, se puede señalar que la mayoría son excelentes guerreros y fieles amigos de las hazañas de Nippur, encontrándose a través del tiempo una y otra vez mientras la fuerza decae pero la técnica aumenta.
También la dureza de los combates y las pérdidas de personas queridas aporta una novedad para el variado grupo principal: la ambición por las cosas simples, generando que de jóvenes amantes de la sangre muchos se adapten a una vida campesina, esto era para ellos el "horror" que se deseaban en sus años de plenitud, no siendo raro poder visualizar cambios inesperados en feroces soldados, que sólo buscan un poco de paz luego de años de sangre.
Con un sinfín de cicatrices y un ojo menos, peleas, amigos y enemigos en todas partes, un veterano Nippur se decide reconquistar Lagash y vengarse del tiránico rey que azota desde décadas la tierra de sus antepasados. Wood sacaría de su cabeza una galería de antiguos acompañantes del inicio de la obra, quienes se van reuniendo para el asalto final luego de 23 años de bonanzas en papel (el capítulo "El círculo completo" concluye el postergado retorno a su patria, con 335 aventuras en sus hombros).
¿Qué puede haber de nuevo en un guión donde prevalece la idea de venganza? Una sola cosa: el factor tiempo, algo donde no es habitual que el protagonista principal envejezca más de dos décadas hasta el día que devuelva la vil traición, marcando que su técnica es impresionante pero muchas veces la agilidad recae en su hijo, con su sangre amazona y la fuerza de su corta edad.
Aprendía muchos formaciones que existieron en guerra reales para vencer a multitud de enemigos (especialmente en la "Saga de Egipto") aun teniendo a su cargo ejércitos no tan organizados. Dependiendo el armamento se obtenía una ofensiva equilibrada que podía hacer frente al número invasor. Claro que nada de esto sería posible si no fuera por los secundarios, recurrentes personajes que harán la vida más fácil y llenarán los años de gozo del Errante. Mencionar las virtudes y defectos de cada uno es para varias páginas, se puede señalar que la mayoría son excelentes guerreros y fieles amigos de las hazañas de Nippur, encontrándose a través del tiempo una y otra vez mientras la fuerza decae pero la técnica aumenta.
También la dureza de los combates y las pérdidas de personas queridas aporta una novedad para el variado grupo principal: la ambición por las cosas simples, generando que de jóvenes amantes de la sangre muchos se adapten a una vida campesina, esto era para ellos el "horror" que se deseaban en sus años de plenitud, no siendo raro poder visualizar cambios inesperados en feroces soldados, que sólo buscan un poco de paz luego de años de sangre.
Con un sinfín de cicatrices y un ojo menos, peleas, amigos y enemigos en todas partes, un veterano Nippur se decide reconquistar Lagash y vengarse del tiránico rey que azota desde décadas la tierra de sus antepasados. Wood sacaría de su cabeza una galería de antiguos acompañantes del inicio de la obra, quienes se van reuniendo para el asalto final luego de 23 años de bonanzas en papel (el capítulo "El círculo completo" concluye el postergado retorno a su patria, con 335 aventuras en sus hombros).
¿Qué puede haber de nuevo en un guión donde prevalece la idea de venganza? Una sola cosa: el factor tiempo, algo donde no es habitual que el protagonista principal envejezca más de dos décadas hasta el día que devuelva la vil traición, marcando que su técnica es impresionante pero muchas veces la agilidad recae en su hijo, con su sangre amazona y la fuerza de su corta edad.
Es interesante ver a un guerrero que lentamente se convierte en sabio, nueva personalidad con el nacimiento de Hiras, la muerte de varios compañeros, la pérdida de un ojo por una decisión equivocada y no seguir sus instintos, todo en una historia donde el Incorruptible intenta proteger a los mendigos, a los débiles, si hay un grupo de perdedores es seguro que Nippur los alentará para cambiar el destino, ya sea con palabras o con su lenguaje preferido, el de los puños y espadas.
Releyendo algunas veces se aprecian otras miradas de la opresión que siempre existió: los que creen poseer el "poder divino", pudiéndose encontrar a reyes, faraones, generales corruptos, tratantes de blancas, mercenarios por el simple placer de blandir el hacha, y la otra cara del pueblo que con el empujón necesario se rebela ante tantos años de barbarie.
La censura, ese hábito desagradable: En algunas recopilaciones pueden verse el signo de la tijera o la manipulación del grabado original, siendo notorio el cambio debido a que los globos continúan con mismo texto, por poner un ejemplo es "escuchar" a una amazona que exhibe orgullosa su hermoso cuerpo y ¡estar completamente vestida!, caso contrario a lo mostrado en las viejas entregas. Las ediciones francesas e italianas mantienen la esencia del formato inicial.
Muchas leyendas, batallas y guerras reales se hallan muy separados entre sí, hallándose incongruencias y otros fallos con algunos hombres poderosos, reyes y emperadores que pueblan las páginas, si no hacemos caso a estas falencias históricas disfrutaremos de una obra única, brillante en muchos casos, lenta y trágica en otros, divertida y con aventuras paralelas al desarrollo general o predecible en otras tantas.
Las sagas que componen esta vasta obra generalmente duran entre 8 a 10 capítulos, con algunas notables excepciones tal como "la pérdida del ojo" de pocos episodios y "la vuelta a Lagash", el final que abarca aproximadamente 50 capítulos.
Luego de su revancha personal salieron otras historietas en donde el protagonista desea seguir ayudando en las cercanías de su ciudad, pero sin la venganza central en su vida los lectores irían alejándose poco a poco, su misión central estaba consumada y no había nada creativo en las últimas partidas que valiera realmente la pena.
En resumen: Recomendada para ver el cambio de carácter de Nippur, de fogoso guerrero a genio estratégico. El paso de los años para todos, ya sean amigos o rivales es admirable.
Lo mejor: Acción asegurada en cada entrega, los personajes secundarios que entran y salen de la vida del protagonista.
Lo peor: Repetitivo en varias ocasiones, predecible en otras.
Muchas leyendas, batallas y guerras reales se hallan muy separados entre sí, hallándose incongruencias y otros fallos con algunos hombres poderosos, reyes y emperadores que pueblan las páginas, si no hacemos caso a estas falencias históricas disfrutaremos de una obra única, brillante en muchos casos, lenta y trágica en otros, divertida y con aventuras paralelas al desarrollo general o predecible en otras tantas.
Las sagas que componen esta vasta obra generalmente duran entre 8 a 10 capítulos, con algunas notables excepciones tal como "la pérdida del ojo" de pocos episodios y "la vuelta a Lagash", el final que abarca aproximadamente 50 capítulos.
Luego de su revancha personal salieron otras historietas en donde el protagonista desea seguir ayudando en las cercanías de su ciudad, pero sin la venganza central en su vida los lectores irían alejándose poco a poco, su misión central estaba consumada y no había nada creativo en las últimas partidas que valiera realmente la pena.
En resumen: Recomendada para ver el cambio de carácter de Nippur, de fogoso guerrero a genio estratégico. El paso de los años para todos, ya sean amigos o rivales es admirable.
Lo mejor: Acción asegurada en cada entrega, los personajes secundarios que entran y salen de la vida del protagonista.
Lo peor: Repetitivo en varias ocasiones, predecible en otras.