Mucho antes de llegar al hiper estrellato con One Piece, Eiichiro Oda ya presentaba características que serían el germen de su obra máxima, presencia de comedia y situaciones absurdas, con la intervención de marginados que tienen otra oportunidad. Cinco historias donde hallamos samuráis, pistoleros, ladrones y el piloto del personaje apodado Sombrero de paja: un chico llamado Luffy que come la fruta Gomu gomu, y tiene la intención de ser un pirata famoso.
Con poca
edad, el autor ya tenía su estilo casi definido: trazos característicos, caras
que se repiten en su obra mayor, y los temas propios que pululan en los shōnen:
compañerismo, personajes carismáticos, peleas sin sentido y proezas imposibles.
Sumamos amistad, deidades (o similares) con moral cuestionable y espadas,
pistolas y muchos golpes ¡Oda está en su salsa!
Aquí una
breve reseña de los episodios reunidos en este Short stories collection, que lo
disfruten.
Gill Bastar
es buscado por los mejores cazarrecompensas del Oeste, lugar dónde va es
descubierto y debe escapar, sin embargo, no puede escurrirse de un fantasma
llamado Wild Joe, quien no acepta haber muerto por sus manos. Sólo pasará al
otro mundo cuando logre que Gill muera, haciendo todo lo que esté a su
alcance para vengarse. Espíritus, posesiones, asesinos en cada esquina,
disparos cada dos páginas y risas aseguradas por el dúo de protagonistas.
A tener en cuenta que, con esta obra, Oda obtuvo el segundo lugar del premio Tezuka ¡y eso que sólo era un estudiante de secundaria alta!
Un
presente de Dios para el futuro
Bran es un
experto carterista que la acción de hurtar le resulta tan fácil como respirar,
incluso como reflejo. Dios, enojado porque pensaba que cambió su estilo de
vida, decide ponerle fin a su vida con la caída de un meteorito, pero escribe
mal su nombre en el libro celestial (una especie de Death Note),
anotando Branchi, un shopping. Sin poder volver atrás ahora será Bran quien
deba salvar a todo el gentío que se encuentra comprando en los locales, y con
un margen de tiempo muy reducido.
Dato: el autor dejó un trabajo de media jornada para poder completar las imágenes y llegar a la fecha límite de entrega.
La
caminata nocturna de un demonio
Guko, un
cobarde monje de profesión, pasa la noche en una pequeña aldea luego de escapar
de un demonio en el bosque. Buscando a su maestro descubre a una deidad
protectora de 300 años, que vive en el cercano templo. Cuando un oni devorahombres
hace presencia y se entera del destino de su maestro, algo en el interior de
Guko despierta…
Dato: aunque pareciera algo tomado de Rurouni Kenshin, es algo común en el folclore nipón ver portadores de katanas con cicatrices en forma de cruz. Sumemos que Oda todavía no trabajaba con Watsuki, a quien ayudaría dos años más adelante como asistente.
Monsters
Cyrano, famoso
por ser un espadachín de primera, se encuentra con Ryuma, un samurái que
intenta siempre pelear con alguien fuerte, cualquier excusa es válida. Ambos
están en un pueblo donde, por circunstancias sospechosas, arribará un dragón.
Con la ciudad en peligro de ser quemada en su totalidad y siendo culpado por el
futuro caos, Ryuma decide esperar y enfrentar al monstruo, mientras se entera
del pasado de varios pobladores.
Dato: ya venía siendo asistente del maestro Shinobu Kaitani (quien el 2005 haría Liar game, su obra más notoria) y su futuro era ayudar a Masaya Tokuhiro con Tar-chan, el rey de la jungla. En ese momento Oda tenía 19 años.
Romance
dawn
Y llegamos
al final, donde disfrutamos el prototipo de lo que sería años después One
Piece, un capítulo piloto que nos revela al protagonista principal en sus
pasos iniciales por las viñetas, aunque con un guion un pelín distinto. La
fruta gomu-gomu, piratas, golpes y la característica pasión por gags
humorísticos, repletos en 45 páginas. Esta es su «segunda versión» de la misma
historia cambiando a Shanks por su abuelo, un violento anciano que adora el mar
y que usa un sombrero de paja.
Wanted! fue
traducida en español por Planeta DeAgostini, Panini e Ivrea, no es mala idea
conseguirlo para contemplar las locuras de un jovencísimo Oda, nos vemos en
otro número.
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