Hablamos de un juego que fue muy comentado hace unos años, alabado y criticado a partes iguales por el desarrollo de la jugabilidad, ¿es una obra maestra? Dependerá del gamer ya que la atención está enfocada en la historia. No se puede hablar mucho sin caer en los spoilers así que trataré de no irme de la lengua.
Atención, es un título de exploración, dicho de otro modo: irás recolectando ciertos elementos y buscando por cualquier rincón para ir descubriendo todos los secretos desparramados en el hogar, esto es básicamente la mecánica del juego.
Historia:
Luego de estar una temporada en el extranjero, regresas a
visitar a tus padres en su nueva casa, herencia del fallecido Tío Oscar, aunque
más que casa es una mansión. Kait llega a la 1:15 de la madrugada por un vuelo
oportuno que le sale más barato y, tras tomar un taxi, estamos en el hogar, pero
¿por qué no atienden el timbre? Nadie sale a recibirte, y esperar fuera con la
fuerte tormenta, no es una opción. Así que lo normal es entrar y averiguar
dónde se encuentran tus parientes.
Aquí es donde empieza lo raro: no hay respuesta, pero es notorio que viven: los muebles y demás pertenencias propias de la familia están a la vista.
Kait está asombrada y desea conocer el paradero de los suyos. Mientras inicia el recorrido por las diferentes habitaciones y salones irá conociendo muchos secretos y confidencias de cada uno de los integrantes, sin embargo siempre hay un halo de misterio y desconocemos qué es lo que realmente ocurre.
Con el correr de los minutos vamos abriendo puertas y las pistas nos vienen poco a poco. Abrir cajones, alacenas, mesas y todo lo que hallemos será nuestra misión para adelantar la trama mientras visualizamos la década de los 90. Títulos de series propias de esos años impregnan las paredes, bandas de música en su apogeo, aparatos electrónicos que ahora nos parecen arcaicos y eran un boom por lo novedoso en aquel entonces. Todo está muy bien recreado y nos sumerge en una atmósfera única. Veremos una televisión de 14 pulgadas, películas para revelar fotos y, como estamos a mediados de los 90, no hay celulares para poder mensajearnos o comunicarnos con nuestros padres.
La tormenta no amaina y por momentos el agua cae a toneladas, mientras Kait Greenviar irá resolviendo el puzle de lo que pasó desde su ausencia en el seno de su familia, en el que tiene especial mención Sam, su hermana menor, quien a través de diarios íntimos es la que mejor narrativa parece tener según las notas que vamos leyendo. Con una vista en primera persona, la experiencia es sobrecogedora, la tensión sube y baja según el terreno y los gráficos adecuados resaltan esto. La voz de la protagonista está en inglés, pero los subtítulos en español (entre otros idiomas) hacen que el recorrido sea una joya. También la subtrama secundaria alude a la vida del Tío Oscar, quien tenía un pasado interesante y ciertas tendencias a todo lo relacionado con el ocultismo, y veremos cómo su carácter influyó en su sobrino-nieto, o sea nuestro padre.
La adolescencia ya de por sí puede resultar traumática, y
los audios nos muestran el recorrido de la hermana menor por las experiencias
nuevas, las peleas con sus progenitores, los secretos de estos, su propio
despertar sexual, los amigos verdaderos y la desaparición de todos los
presentes antes de la llegada de Kait. Las palabras en las notas están borradas
y a veces con correcciones, demostrando la confianza hacia su hermana mayor y
el deseo de que esté con ella, mientras una espiral de rebelión va tomando impulso.
Fanzines y música en casetes nos meten de lleno con Riot Grrrl, un movimiento feminista
estadounidense que estuvo ligado a la escena alternativa y mostró en esos años
un nuevo modelo de mujer con diferentes espacios sociales, espirituales y
culturales, temáticas que romperían el statu quo de tantas generaciones
pasadas.
Gone home es para disfrutarlo de una pasada, a altas horas de la noche (si es posible sin interferencias) y descubrir una trama interesante, bien llevada y con un deje de esperanza ¿te lo vas a perder? ¡Nos vemos en otro juego!
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