viernes, 11 de abril de 2025

Reseña cómic: La casa (Paco Roca)

La casa: un lugar que es más que una morada con techo, allí pasa la vida con sus recuerdos, herencia y nostalgia a cuestas.

Paco Roca vuelve a emocionar y toca las líneas sensibles de cada personaje, con situaciones cotidianas que pasan en gran medida en la vida real. Vemos una casa que tiene personalidad, con historia, fue creada y levantada con sus manos por el progenitor y familia. Con el fallecimiento de éste, los tres hijos con sus respectivas parejas, se verán reunidos en el hogar de la infancia para ponerla en orden, arreglarla y posteriormente, ponerla a la venta. 


''Tu padre hablaba mucho de vosotros: erais el mayor, la pequeña y el escritor"

 

Los hermanos enfrentan los recuerdos, y visualizamos el carácter de cada uno de ellos, así arrancamos con José, (el del medio) novelista, escritor que es muy bueno en lo suyo, aunque incapaz de las tareas manuales más básicas, reflejando esto con mucho humor en secuencias que divierten.

Seguimos con Vicente (el mayor) mostrado quejoso, bastante molesto con la actitud relajada de José, y siempre dispuesto a arreglar o mejorar lo que sea hogareño. Práctico y muy eficiente, sus manos acostumbradas al taller van perfeccionando lo roto o salido de su lugar. Finalmente, arriba Carla (la menor), con muchos recuerdos agradables en su haber.

 

Antonio, el padre fallecido, está casi en la totalidad, su presencia habita en objetos dotados de magia o en cachivaches que no tienen utilidad alguna, afloran las añoranzas de la niñez, los trabajos para hacer elegante la residencia, con hechos que marcarían el destino de los hermanos. Sentimientos de afecto y culpa también son hablados entre los familiares, no es de extrañar que algo guardado por años se discuta, recriminaciones y alabanzas son puestas en las páginas.

 

En las distintas partes del terreno se fue construyendo el salón, la chimenea, el huerto, las habitaciones y finalmente se levantó el garaje, lugar predilecto para la dedicación y construcción; estar de ocio es un pecado, siempre se puede progresar. Baúles, armarios y cada rincón trae menciones y evocaciones: la búsqueda de agua, las vistas, la creación de una piscina cuando los tres hijos se pusieron en ''rebeldía'' por estar siempre con bolsas de cemento, ladrillos y pintura en sus manos. No faltan las risas cuando lo lograron: cavando ellos mismos la profundidad y teniendo que esperar porque ya hacía frío una vez terminada la tarea.

 Y la imputación de cada uno hacía sí mismos, con fallos hacia la persona paterna y censurándose no estar más presentes en la etapa final de su vida.


 

''Si tuvieras que refugiarte en un momento feliz del pasado ¿en cuál lo harías?''

 

Flashbacks con cada esquina que encontramos, el pasado se muestra en pequeñas cuotas y entendemos los motivos verdaderos de Antonio, la esposa apenas es mostrada, aunque parece que es la única que puede controlar el gran espíritu emprendedor de su marido. También las diferencias sean culturales, de generación y hasta de tecnología son pasadas a través de los cuadros. Los familiares e hijos de los hermanos aportan la cuota de modernidad, con toques humanos y tratando de evitar conflictos.

Finalizamos con el vecino Manolo que le abre los ojos especialmente a José, cuando da su parecer y los momentos que transitaron juntos, esencialmente al jubilarse y sin los hijos cerca; charlas triviales que muestran a un señor oculto, pero con un corazón de oro.

 

La casa es una obra costumbrista con toques amargos, similar a Arrugas. Y falta reseñar todavía títulos donde está presente la guerra, el franquismo, otras de tinte puramente comedia, en resumen, un autor que posee innumerables premios, todos bien merecidos.

Y como cereza en el postre, faltaba la adaptación a película que se daría en el 2024 de la mano del director Alex Montoya. Véanla. nada más que decir, si ya el cómic tiene tintes que dan una caricia, la versión real tiene agregados que suman a la historia de papel, nos vemos en otra reseña.

Lo mejor: personajes que nos parecen conocidos, los secundarios son fabulosos. La casa en sí

Lo peor: Que sea corto, se podría ver más sobre la vida de Antonio y la sociedad.

 


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