jueves, 9 de marzo de 2023

Opinión: Heavy Metal (1981)


Estamos en el 2023, me siento en el sillón a ver un clásico que tenía rato esperando: Heavy Metal, y arranca con un Corvette que cae hacia la Tierra manejado por un astronauta, y ahí me viene a la mente lo que hizo Elon Musk en la vida real: un automóvil Tesla sobre una plataforma espacial, que aún permanece arriba de nuestras cabezas.

Loc-Nar, una misteriosa esfera de color verde, es la representación de todo el mal en el universo, quien narra sus horrendas proezas a una niña, no sin advertirle que cuando finalice terminará asesinándola. 

¿Algo más se necesita para visualizar un clásico de inicios de los 80? Si, Pulp fiction animado, escenas gore constantes y sexo sin sentido a rabiar. Un producto destinado a adultos con el ingrediente de estar basado en varios cómics franceses y estadounidenses, con una línea argumental que se va descubriendo con el paso de los segmentos. 

Ciencia ficción con alta dosis de erotismo y peleas absurdas, pensemos que estamos en 1981 y no era ni cercana la posibilidad de la existencia de algo como el anime en Occidente; música acorde que aunque suene con intérpretes de lujo ( Black Sabbath, Riggs, Nazareth por mencionar algunos) no refieren al título, ya que Heavy Metal eran revistas estereotipadas como “clase B” donde abundaban tramas con héroes estilo Conan, mujeres semidesnudas, robots, mundos alternativos y drogas a la vuelta de la esquina, era esperable que algo distinto (y que abrió el panorama) fuera entre repudiado y alabado.

Y así fue, un boom donde la censura intentaba que se prohibiera, obviamente por las partes subidas de todo, las vísceras y desmembramientos no eran problema, y se sabe: si se quiere prohibir, siempre, absolutamente siempre da el efecto contrario, recaudando más del doble de lo que costó producirla, por lo que sin batir récords fue un éxito comercial.

Los cortos se van narrando a través de Loc-Nar, la búsqueda del poder y sus consecuencias, así cada capítulo muestra diferentes estilos de dibujantes que siguen una línea general. 

Luego de las escenas del prólogo, continuamos con Harry Canyon, taxista que conoce la ciudad y bastante de sus habitantes, por lo que instala un desintegrador en la parte de su respaldo usándolo cuando algún pasajero se quiere pasar de listo. Desencantado con la sociedad y a pesar suyo, ayudará a una joven perseguida por unos gánsteres, quienes desean que les entregue una «pelotita verdosa». Personalmente, de los mejores cortos. Atención con la película El quinto elemento, que tomó muchas referencias de este episodio. 

Continuamos con Den, quizás el cómic más conocido pasado a versión dibujo, con más de 25 publicaciones, donde un muchacho bastante flacucho pasa a otra dimensión, convirtiéndose en Den, un musculoso hombre que, siguiendo el cliché, rescata a una damisela, se acuesta con ella y logra hazañas gracias a su increíble fuerza. Los antagonistas son dos facciones que desean dominar todo a través de una dictadura eterna y Den está en el medio del conflicto. 

Capitán Sternn, un personaje del mismo nombre creado por Bernie Wrightson, es un ególatra amoral y sin ningún tipo de remordimientos, quien es juzgado por infinidad de crímenes. Sin embargo, tiene una carta bajo el brazo, un individuo llamado Fiste que no deja de mostrar sus supuestas virtudes. Pero poco a poco el testigo va cambiando sus declaraciones, influenciado por un Loc-Nar en forma de canica que encontró en el piso.

B-17, un bombardero en pleno vuelo, debe maniobrar haciendo lo que esté a su alcance para escapar de una carnicería; las bajas son abundantes y el piloto ordena a su segundo ver los daños causados. El copiloto va hallando a sus camaradas caídos y distingue que son perseguidos por algo redondo y fosforescente, el terror acaba de empezar. Datazo: el que escribió esto es el mismo guionista de Alien el octavo pasajero, The Return of the Living Dead  y Total Recall, entre otras películas. 

So Beautiful and so Dangerous. Este corto es realmente extraño y más humorístico, donde vemos a alienígenas drogones. El Pentágono hace una junta donde se reúnen para hacer frente a mutaciones que se creen provienen del espacio exterior, aunque un experto afirma que es un fenómeno biológico, sólo para ser abducido junto a la secretaria. Sexo con robots y marcianos fumados con Plutonian Nyborg en un regreso psicodélico, aquí la injerencia del mal es nula. ¿Querían drogas? A fumarla en cantidades industriales, divertido pero algo simple. 

Taarna, la última historia que va narrando el antagonista a la pequeña (siempre intentando asustarla con la muerte que le avecina) narra la leyenda de la raza de Taarak, siendo Taarna la última guerrera defensora, llamada cuando un pueblo tranquilo es aniquilado por un gentío salvaje que fue manipulados y corrompidos por el malvado ente. Es el corto que más dura, abarcando un tercio del total de la cinta y aunque tiene secuencias totalmente olvidables, sí es el motor donde el desenlace hace que valga la pena.

La protagonista es como Red Sonja, impasible y feroz combatiente, con un sentido de honor muy alto, llegando mucho antes que Xena aunque con el mismo temple; secuencias de ella volando con un pterodáctilo está casi siempre en las portadas de DVD. 

Si bien el conjunto final puede ser considerada un título sexista (y hay mucho de ello, escenas calientes agregadas casi sin motivo) también muestra la fortaleza de cada uno de los personajes, no todos se dejaron atrapar por el impresionante poder de Loc-Nar, e incluso hasta les molesta. Heavy metal tiene una carga erótica y violenta que en esos años fue novedoso, por eso su secuela, totalmente diferente, sin conexión y a la larga innecesaria, sería un fracaso; otra generación que creció en un formato mas global no era sorprendido a estas alturas. 

En resumen: Apto para ver con mente abierta, si eres de los que se ofenden no será tu película, lo políticamente incorrecto abunda y eso fue en parte el encanto que hizo lograr convertir a Heavy Metal en un film animado de culto, nos vemos en otro número.

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