Vuelvo a la reseña de libros, esta vez presento una obra que toca y mezcla varias leyendas, mitologías y cuentos históricos junto a una trama de magia, venganza, poderes divinos y romances.
Por motivos que ella misma desconoce su pasado está
nebuloso, con dolores de cabeza cuando intenta desenmarañar las sombras, apenas
recuerda a parientes o familiares exceptuando a su hermano y lo peor, se siente
asfixiada en una ciudad donde gobierna su esposo Nearil, el hijo del Dios del
Caos. Ser la emperatriz no es la vida que una esperaría: debe llevar velo,
ocultar emociones, casi no puede hablar con sus súbditos y su única meta es ser
el soporte emocional de un hombre/semidiós que aunque la ama, la cela e impone
sus normas. Para colmo de males, al poseer éste poderes extraordinarios su
reino es la personificación de los deseos caprichosos que tenga, ponemos por
ejemplo el color del sol cambiado a púrpura pues a la eminencia no le gusta la
claridad del astro.
Si existe algún tipo de organización en el Imperio se debe a la mano dura de la mano derecha del rey, Keldar, abuelo de la protagonista que no tolera fallos.
Keldar se hizo amigo íntimo desde la adolescencia del futuro rey de Nabis, único humano que no lo temía y podía expresarse sin miedo a represalias lo que tuviera en su mente, no llegando a inmortal aunque con varias décadas alargadas por el sumo poder que Nearil le otorgó ha estado presente en cada batalla ganada, viendo la extensión de las tierras a costa de vidas pisoteadas sin miramientos, un general hecho y derecho siempre sospechando de cualquier síntoma de rebelión, la espada de Damocles pende continuamente en su cabeza...
¿Hay algo peor que la muerte? Si, en las páginas nos
enteramos que muchos destinos de los difuntos no pueden descansar en paz ya sea
por sentimientos de culpa, odio visceral o...el robo de las almas, un castigo
donde se aprisiona literalmente en botellas la esencia de los enemigos
derrotados, mantenidos encerrados solamente para el placer del dueño. Sólo las
almas puras o que le han resultado difíciles de eliminar poseen tal
"honor", un fetiche propio de Nearil.
Y hablar del Hijo del
dios del caos es para varias hojas: inmaduro a veces y totalmente
impredecible al punto de la idiotez, a un carácter desarrollado y amor genuino
por una mujer humana, si tiene algo de bondad lo manifiesta en su constante
freno a soltar los impulsos más profundos por el afecto hacia Alessia, si fuera
por él no le molestaría que la anarquía rondara por todas partes, incluso
dentro de su ciudad. Sus arranques de locura y antojos ponen de cabeza a sus
consejeros y a Samaris, Suma sacerdotisa
que odia a la esposa e intenta ganar el afecto de su Señor sin disimulos.
Una antagonista propia de algunos mitos que ya conocemos (no
quiero spoilear) que me ha llenado de gusto, no es la típica tirana que desea
el poder y el recelo de sus congéneres, aun con el patetismo de varias
maniobras su fuerza y adoración hace que traspase esos afectos y seamos
sensibles de sus actos. ¿Que es malvada con ganas? Se nota, y agrego que en
poder mágico tampoco queda rezagada, si el ascenso de magia negra lo es todo no duda en sacrificios ya sea con sangre
mujeres jóvenes o la quema de niños, un capítulo donde deseamos que sufra por
su vileza.
Como toda buena novela los secundarios también tienen sus minutos aunque personalmente les falten más desarrollo ¿y esto por qué? Debido a que se les toma cariño a muchos (incluso como ya mencioné a seres totalmente malvados) y por motivos de espacio no se puede explayar en el pasado de cada figura, ruego que exista una precuela que muestre el porqué de sus reflexiones y acciones, con varios de ellos me tomaría unas cervezas con verdadero gusto. La filosofía de los seguidores de cada Diosa agrega tensión en los capítulos finales, donde cada ayuda aunque mínima será necesaria.
Con varias pistas y verdades reveladas, Alessia tendrá la oportunidad de poder escoger qué hacer con su futuro, de los que depositan la confianza y de su verdadera familia ¿Qué hacer cuando se odia y se ama al mismo tiempo? ¿Existe la redención? ¿Hay garantía de cambiar realmente el mundo o somos simplemente peones? La ópera prima de Isabel Valenzuela García tiene mucho que ofrecer y lo que es mejor es la conjunción y rejunte bien hilvanado de cuentos de antaño, supersticiones, fábulas y mitos mágicos propios de Egipto, Asia y Europa, obviamente cambiados según los deseos de la escritora y sin quedar forzados, aquí es primordial remarcar que se notan los estudios en Historia antigua y Arqueología, lo cual es de agradecer.
Se recomienda su lectura de corrido, con poco más de 300
páginas en un par de días se aprecia el mundo mágico en su esplendor, esperaré
con muchas ganas otra entrega que muestre "una guerra anterior" y
varios personajes claves en su juventud, esta autora promete, nos vemos.
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