jueves, 11 de febrero de 2021

Opinión: La celebración del Obon en Japón


Aunque ya no estamos en agosto, es importante mencionar una de las costumbres japonesas religiosas que honran a los antepasados, estamos hablando de la celebración del Obon. El Obon (お盆), de origen budista, posee un clima familiar y ameno donde los integrantes «invocan» la sabiduría de sus ancestros, dándoles ánimos, recuerdos y respeto. Es una manera excelente para que los familiares se reúnan con sus parientes más cercanos, con acciones tales como ordenar las casas, rituales de bailes, variadas ceremonias y ofrendas de comidas en templos y cementerios, donde las tumbas son limpiadas, se les llevan flores y se enciende incienso en ellas.

Si hablamos de la gastronomía, es usual poseer cuencos donde las frutas y verduras de estación se «ofrecen a los espíritus» en los butsudan (plataformas o capillas para contener y proteger símbolos budistas en templos y hogares en Japón). El butsudan suele ser un armario de madera con puertas que encierran y protegen los íconos representativos.

Al ser celebrada generalmente a mediados de agosto (a veces en Julio dependiendo las regiones) Japón se halla en pleno verano y con el calor es propicio vestirse con kimonos o yukatas ligeros. La gente se reúne a la noche para bailar danzas antiguas y de carácter festivo, así las almas se acercan y están de buen humor. Juegos, comidas, carnavales y todo lo que origine un ambiente de satisfacción es bienvenido.

Lo usual es ver lamparitas de papel en el interior de las viviendas. Luego, alguien de la familia se dirige al cementerio para llamar a los espíritus, y en las casas el incienso guía para que no se pierdan en el camino. El fuego es el elemento vital para la mayoría de los homenajes y se visualiza en las entradas a los templos. Y es emblemático el Okuribi, el Fuego de despedida, ritual típico de Kioto donde, en el final de la fiesta, las cinco hogueras esparcidas en las colinas son encendidas, representando el regreso de los espíritus de los difuntos al mundo del Más allá.

Otras actividades recurrentes son:

*Tōrō nagashi: las lámparas flotantes que varían según las regiones del país, pudiendo hallarse diferentes versiones de barquillos que portan las luces protegidas del viento, que flotarán y serán trasportadas según el flujo del agua. Simboliza el regreso (al igual que las hogueras) hacia el mar, ya que varias leyendas relatan que los nipones provienen del agua.

*Kimodameshi: Las personas exploran lugares aterradores y potencialmente peligrosos para poner a prueba su coraje, resistiendo el miedo al pasear en cementerios de noche, casas encantadas o senderos en el bosque. A veces es usado para campamentos escolares, en funciones de amistad y por qué no, en parejas recién formadas.

*Tambores Taikos: de casi 300 kilos, usualmente el centro de atención de la danza "Bon Odori", donde las canciones populares son interpretadas según cada Prefectura y mostrando el orgullo de la región que represente, una propiedad cultural donde la danza es el patrimonio de los nipones. Aunque es folklórica desde hace siglos, hay variantes e incluso los más osados tienen permitido incluir temas alegres provenientes de grupos jpop.

 


*Awa Odori: el festival más conocido y el más grande de Japón durante la temporada del Obon siendo Awa el nombre antiguo de la ciudad de Tokushima, el espectáculo principal trascurre a lo largo de las calles del centro con los bailes que rinden culto a los antecesores.

El Obon generalmente en la mayor parte del país es conmemorado entre los días 13 y 16 de agosto (con algunas variaciones de acuerdo a cada lugar) y aunque no está considerado como festividad vacacional, los empleados poseen en su inmensa mayoría días libres para que las reuniones ocurran, dando ánimos para que celebren con libertad. Por eso es usual encontrar que los aeropuertos y demás locaciones estén repletos, pues el turismo es grande por la ocasión de juntarse con la familia, siendo una de las tres principales temporadas de vacaciones de Japón junto con Año Nuevo y la Golden Week.


Si bien proviene desde la Era Heian (794-1185) no sería hasta la Era Muromachi (1392-1568) cuando con la inclusión de los bailes con taikos se transformaría en una fiesta masiva. En el Período Meiji (1868 a 1912) la policía controlaba estos eventos estrictamente. La emoción volvería una vez acabara esta Era y empezara la Época Taishō (1912-1926) y posteriormente quedó fusionada en una fiesta donde se mezcla lo religioso con el entretenimiento.

Algo que para el Occidental puede resultarnos raro o hasta cómico, tiene un significado opuesto en Oriente: lo pepinos y berenjenas en esos días tienen insertados unos «palillos» que imitan las patas, esto es para que el difunto pueda volver rápido a casa (el pepino es el caballo), o lentamente y lleno de ofrendas (la berenjena sería la vaca). Estos animales son portadores de los deseos de los vivos a los muertos.

Para finalizar, se puede apreciar el arte del Obon y los bailes de esos días en la película de Karate Kid II, donde hay referencias constantes a esta festividad y se puede ver este arte en las últimas escenas.

Bibliografía:

conoce-japon.com (consultada el 12/09/2020)

japon-secreto.com (consultada el 12/09/2020)

diariodelviajero.com (consultada el 12/09/2020)

nippon.com (consultada el 12/09/2020)

hiro8japan.com (consultada el 12/09/2020)

jrailpass.com (consultada el 12/09/2020)

mirandohaciajapon.com/obon/ (consultada el 12/09/2020)

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