Aunque ya no estamos en agosto, es importante mencionar una de las costumbres japonesas religiosas que honran a los antepasados, estamos hablando de la celebración del Obon. El Obon (お盆), de origen budista, posee un clima familiar y ameno donde los integrantes «invocan» la sabiduría de sus ancestros, dándoles ánimos, recuerdos y respeto. Es una manera excelente para que los familiares se reúnan con sus parientes más cercanos, con acciones tales como ordenar las casas, rituales de bailes, variadas ceremonias y ofrendas de comidas en templos y cementerios, donde las tumbas son limpiadas, se les llevan flores y se enciende incienso en ellas.
Si
hablamos de la gastronomía, es usual poseer cuencos donde las frutas y verduras
de estación se «ofrecen a los espíritus» en los butsudan (plataformas o capillas para contener y proteger símbolos
budistas en templos y hogares en Japón). El butsudan
suele ser un armario de madera con puertas que encierran y protegen los íconos
representativos.
Al ser celebrada generalmente a mediados de agosto (a veces en Julio dependiendo las regiones) Japón se halla en pleno verano y con el calor es propicio vestirse con kimonos o yukatas ligeros. La gente se reúne a la noche para bailar danzas antiguas y de carácter festivo, así las almas se acercan y están de buen humor. Juegos, comidas, carnavales y todo lo que origine un ambiente de satisfacción es bienvenido.
Lo
usual es ver lamparitas de papel en el interior de las viviendas. Luego,
alguien de la familia se dirige al cementerio para llamar a los espíritus, y en
las casas el incienso guía para que no se pierdan en el camino. El fuego es el
elemento vital para la mayoría de los homenajes y se visualiza en las entradas
a los templos. Y es emblemático el Okuribi,
el Fuego de despedida, ritual típico de Kioto donde, en el final de la fiesta,
las cinco hogueras esparcidas en las colinas son encendidas, representando el
regreso de los espíritus de los difuntos al mundo del Más allá.
Otras
actividades recurrentes son:
*Tōrō nagashi: las lámparas flotantes
que varían según las regiones del país, pudiendo hallarse diferentes versiones
de barquillos que portan las luces protegidas del viento, que flotarán y serán
trasportadas según el flujo del agua. Simboliza el regreso (al igual que las hogueras)
hacia el mar, ya que varias leyendas relatan que los nipones provienen del
agua.
*Kimodameshi: Las personas exploran
lugares aterradores y potencialmente peligrosos para poner a prueba su coraje,
resistiendo el miedo al pasear en cementerios de noche, casas encantadas o
senderos en el bosque. A veces es usado para campamentos escolares, en
funciones de amistad y por qué no, en parejas recién formadas.
*Tambores Taikos: de casi 300 kilos,
usualmente el centro de atención de la danza "Bon Odori", donde las
canciones populares son interpretadas según cada Prefectura y mostrando el
orgullo de la región que represente, una propiedad cultural donde la danza es
el patrimonio de los nipones. Aunque es folklórica desde hace siglos, hay
variantes e incluso los más osados tienen permitido incluir temas alegres
provenientes de grupos jpop.
*Awa Odori: el festival más conocido y
el más grande de Japón durante la temporada del Obon siendo Awa el nombre
antiguo de la ciudad de Tokushima, el espectáculo principal trascurre a lo
largo de las calles del centro con los bailes que rinden culto a los
antecesores.
El
Obon generalmente en la mayor parte del país es conmemorado entre los días 13 y
16 de agosto (con algunas variaciones de acuerdo a cada lugar) y aunque no está
considerado como festividad vacacional, los empleados poseen en su inmensa
mayoría días libres para que las reuniones ocurran, dando ánimos para que
celebren con libertad. Por eso es usual encontrar que los aeropuertos y demás
locaciones estén repletos, pues el turismo es grande por la ocasión de juntarse
con la familia, siendo una de las tres principales temporadas de vacaciones de
Japón junto con Año Nuevo y la Golden
Week.
Si bien proviene desde la Era Heian (794-1185) no sería hasta la Era Muromachi (1392-1568) cuando con la inclusión de los bailes con taikos se transformaría en una fiesta masiva. En el Período Meiji (1868 a 1912) la policía controlaba estos eventos estrictamente. La emoción volvería una vez acabara esta Era y empezara la Época Taishō (1912-1926) y posteriormente quedó fusionada en una fiesta donde se mezcla lo religioso con el entretenimiento.
Algo
que para el Occidental puede resultarnos raro o hasta cómico, tiene un
significado opuesto en Oriente: lo pepinos y berenjenas en esos días tienen
insertados unos «palillos» que imitan las patas, esto es para que el difunto
pueda volver rápido a casa (el pepino es el caballo), o lentamente y lleno de
ofrendas (la berenjena sería la vaca). Estos animales son portadores de los
deseos de los vivos a los muertos.
Para
finalizar, se puede apreciar el arte del Obon y los bailes de esos días en la
película de Karate Kid II, donde hay
referencias constantes a esta festividad y se puede ver este arte en las
últimas escenas.
Bibliografía:
conoce-japon.com
(consultada el 12/09/2020)
japon-secreto.com
(consultada el 12/09/2020)
diariodelviajero.com
(consultada el 12/09/2020)
nippon.com
(consultada el 12/09/2020)
hiro8japan.com
(consultada el 12/09/2020)
jrailpass.com
(consultada el 12/09/2020)
mirandohaciajapon.com/obon/ (consultada el 12/09/2020)
No hay comentarios:
Publicar un comentario