domingo, 2 de julio de 2017

Review anime: Otaku no video


Título Original: Otaku no Video
N° de Ovas: 2
Duración: 50 min cada uno
Año: 1991
Producción: GAINAX

A pesar de ser siempre mencionada por su obra cumbre Evangelion, el Estudio GAINAX siempre se caracterizó por sus críticas detrás de sus títulos. Así nos mostraba un clásico que es amado y odiado a la vez, me refiero a "Otaku no video".

Una obra que muestra dos partes que se complementan durante la cinta: la animación con las aventuras de Kubo y amigos y entrevistas con personas reales, siendo lo que era usual en esos años para alguien que se metía en el mundo del manga y anime pero de forma "otaku", esto es simple y llanamamente fanatismo puro, donde la adicción hace perder a conocidos y el "prestigio social". Cada entrevistado tiene su rostro pixelado y voz distorsionada para preservar su identidad. Una cosa es gustar del mundo de la animación y sus derivados, otra es la obsesión pura sea por alguna serie o por todo el ramo en general, olvidando otras cosas importantes de la vida.

Si bien dentro de la empresa este título es una obra "menor", no deja de mostrarnos los pormenores que se hallan tras el proceso de creación de una empresa, estando el protagonista metido problema tras problema para llevar a cabo su sueño.

La historia nos narra la vida de Kubo, quien con una vida apacible se halla con un amigo de la infancia, Tanaka, nerd y seguidor de cuanta serie de animación encuentre atractiva. A poco de conocer a los amigos de este, uno más raro que el otro, Kubo descubre un mundo oculto, una novedosa aficción que le fascina  sin embargo esto trae consecuencias negativas, especialmente en el ramo amoroso, ya que su novia Yoshiko lo abandona.
A pesar de esta desilusión, su ambición lo hace tomar el camino más dificil: ser el rey de los otakus, el Otaking que demostrará que no está equivocado: las series y los mangas no son sólo para niños, los disfraces y la cultura del cosplay está para todos a su disposición, juegos para adultos y los kits de garage todavía no eran lo que son hoy por eso abrirán una empresa para llevar su pasión a un nuevo nivel de calidad.

Y la empresa crece, con ello también el lado bueno y malo de varios protagonistas secundarios, el afán de dinero, lo inescrupuloso y hasta traiciones...sin embargo Kubo no se rinde, ahora es un "otaku" con todas las letras, y luchará por renovar el concepto del anime. En la segunda entrega vemos a los personajes metidos al 100% en sus proyectos, una lección de lo que era el final de la década del 80 y principios de los 90.

La rentabilidad de la compañia que fundan Kubo y Tanaka da pie a que surjan nuevos elementos, y de kits de garage siguen con nuevas ideas para expandir su imperio. Y atención porque pasa de todo en sólo dos entregas de 50 minutos cada una.

Seiyus:
Ken Kubo es interpretado por Kouji Tsujitani, voz de Yakumi Fuji (3x3 Eyes), Miroku (InuYasha), y Kuno Tatewaki (Ranma 1/2). Tanaka posee las cuerdas vocales de Toshiharu  Sakurai, doblador de Gai Daido (Shin Getter Robo), Ookouchi (Kodomo no Omocha), es conocido por ser doblador de soporte. Casi todos los actores de voz son muy bien interpretados y como es habitual en Japón se adecúan a sus personajes.

Acá hay que mencionar que mucho del staff de GAINAX se autoparodian, los OVAs exponen y revelan lo que sufrieron varios de ellos por ser diferentes, por sus gustos que no seguían lo establecido, y por no "madurar", siendo siempre señalados como los locos que miran dibujitos; era difícil mantener una colección si eras señalado como paria.
Aunque las entrevistas señalan lo peor de ser poco social hay varios que son realmente penosos, incluyendo a un individuo que abandona todo por estar en el país del Sol naciente para sumergirse con su afición. En la actualidad es algo normal, pero GAINAX la remó cuando era casi delito señalar sus hobbies como algo productivo.

Y si hay algo que los creadores de Evangelion, Nadia el Secreto de la Piedra Azul y Gunbuster poseen es la particularidad de poner excelentes cierres a sus títulos, emotivos y a veces hasta filosóficos; Otaku no video no iba a ser la excepción y las escenas finales dan el toque de carisma tan necesario en algo arriesgado. 

Lo mejor: La emoción y el entusiasmo que motivan los personajes.
Lo peor: puede no gustarle a las nuevas generaciones, hay que identificarse con la época señalada.

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