Luego de mudarse a una casa del campo junto a sus dos hijas, Kusakabe Tatsuo espera el alta médica de su esposa, internada en un hospital cercano. Mientras pasan los días, las pequeñas se maravillan con la belleza del lugar, recorriendo los alrededores y escuchando las fábulas de los "pequeños habitantes del bosque" en boca de su padre y los vecinos.
Asombrada, la hija menor Mei (de cuatro años) vislumbra un diminuto espíritu que recolecta bellotas y lo persigue, internándose en el follaje e ingresando al interior de un árbol de alcanfor donde conoce al Gran Totoro.
Este animal/Dios del bosque sólo puede ser visto por niños de buen corazón, e irá ayudando a las dos hermanas con los pequeños problemas que se presenten.
"-Papá, en el piso de arriba hay fantasmas.
-No sabes cuánto me alegro, siempre he querido vivir en una casa encantada, es el sueño de mi vida"
-No sabes cuánto me alegro, siempre he querido vivir en una casa encantada, es el sueño de mi vida"
Al mismo tiempo que empezaban los bosquejos patra la producción de "La tumba de las luciérnagas", Miyazaki guionizaba esta obra que relucía en su interior hace tiempo. Quería estar detrás de la dirección y estrenarla al mismo instante (cosa que finalmente sucedió) porque la temática adulta de "la tumba.." era demasiada pesada y adulta, para amenizar estaría Totoro que es de tinte más infantil y con folclore japonés a rebosar por todos los poros.
Si bien "la Tumba..." cosechó increíbles críticas positivas y cantidad de premios, Mi vecino Totoro tuvo mejor recibimiento para el público general, las aventuras de Mei y Satsuki junto a personajes adorables era un caramelo dulce, con llegada a padres e hijos por igual...y una infatigable bolsa de ganancias cuando el merchandising hizo lugar, teniendo más dinero con las figuras del Dios del bosque y principalmente por el Gatobús, favorito en las encuestas niponas.
Leyendas, humor, nostalgia, mucha naturaleza (propio de toda obra de Hayao Miyazaki) y mezcla de carisma y simpatía, era lógico que rompiera récords en su estreno de 1988, la fama de este título hizo que el Gran Totoro gris sea el estandarte del Studio Ghibli, quedando como fondo o marca de agua en cada producto oficial que sacaran en el futuro.
-¿Quién eres? ¿Un duende del polvo grande?
-¡To-to-ro!
-¿Te llamas Totoro?
-¡To-to-ro!
-¿Te llamas Totoro?
Aunque ya existe la electricidad y las cosas modernas van tomando forma en Japón, se nos muestra la vida del campo, vecinos que cultivan y trabajan la tierra y los arrozales, las hortalizas cosechadas y los momentos tranquilos pero también duros.
A la vez que Satsuki se halla estudiando y el padre trabajando, Mei se encuentra con la falta de la madre y sueña con su recuperación para estar juntas, logrando meter a la familia en más de un apuro cuando "decide" ayudarla y desea ir al hospital, perdiéndose en el camino.
En resumen: Una creación que mantiene vivas las esperanzas y las creencias de la infancia, mensaje de caracter cálido con énfasis en las leyendas del lugar. La endiablada Mei por lejos, se come la película con sus travesuras. Perfecto para una tarde lluviosa y con ganas de divertirnos, nos vemos en otro número.
Título original: Tonari no Totoro
Dirección/Guion:Hayao Miyazaki
Música: Joe Hisaishi
Duración: 90 minutos
Año: 1988
Tengo pendiente desde hace tiempo este clásico de la animación... a ver si me animó y la veo, que con tu reseña me han dado ganas.
ResponderEliminarPara verla junto con algún sobrino/hijo. Muy recomendable, saludos.
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