jueves, 15 de octubre de 2020

Opinión: Maniac Cop (1988)


Nos encontramos con esas películas que ya de entrada sabemos de su calidad, tirando a baja/mediocre, pero con el gusto de ser realizadas con amor en su época, ¿cuántas veces disfrutamos de algo que intuíamos iba a ser un fiasco?

Esta cinta es mitad y mitad, no esperemos una ovación, pero aun así no llega a títulos que son directamente para quemarlos, pasen y vean, recordemos al policía lunático, al Maniac Cop.

En plena Nueva York de finales de los 80 hallamos que ocurren asesinatos al azar sin ningún patrón en común, gente inocente que cae bajo el cuchillo de un hombre que tiene el uniforme de la policía según los pocos testigos que apenas logran escapar con suerte. El alcalde y varios funcionarios intentan resolver la cuestión sin que trascienda a la población, tarea que falla cuando un detective decide alertar a todos, dejando la cuestión política al costado.


Y esto es un golpe al corazón de quienes comandan la zona, con las reelecciones cerca y los civiles en pánico que no confiarán en ningún agente, de hecho varios incidentes empezarán a ocurrir dentro del cuerpo policial, pues varios miembros serán atacados al ser confundidos con el homicida.

Teniendo que solucionar este enorme problema se decide buscar «un cabeza de turco»: el oficial Jack Forrest (Bruce Campbell), que ya de por sí tiene problemas y se acentúan al caer asesinado alguien de su entorno, ahora deberá demostrar su inocencia buscando al policía maníaco, mientras van apareciendo otros personajes que irán cayendo tras la brutal fuerza del verdadero culpable.

Tienes derecho a permanecer en silencio... para siempre.

Se puede agregar que la trama no es nada de otro mundo y hasta sentiríamos simpatía por el antagonista si no fuera que destroza absolutamente todo, a cualquier ser viviente que se cruce en su camino. Vemos los flashbacks y la búsqueda de una venganza que se difumina con cada minuto. El arranque es atractivo, se estanca, baja y luego tiene una leve ascendencia hacia el epílogo.

Con presupuesto demasiado limitado la verdad que bastante bien se las arregla, una adaptación libre donde los efectos no prevalecen, la casi ausencia de los mismos y el rodaje total en sólo diez días la hace aún más amateur.

El detective es interpretado por Tom Atkins, a quien hemos visto en muchos títulos de terror como The fog, Halloween III y Creepshow; luego visualizamos a Laurene Landon como la policía Mallory, esta actriz es conocida por interpretar a Velda, la mano derecha de Mike Hammer en Yo, el Jurado, y en Syndicate Smashers (2017) como la Detective Carol. También al reconocible Bruce Campbell que lamentablemente aquí no se luce mucho, este actor no importa cuántos papeles tenga porque siempre será Ash en la saga Evil Dead. Richard Roundtree es el Comisario Pike, también encasillado en su papel de Shaft (1971), cinta que salva a la mismísima MGM de la bancarrota, el batacazo hizo que se produjeran dos secuelas, menos exitosas, pero igualmente rentables.


 Y la estrella del título recae en Robert Z'Dar, que con esta interpretación le llovieron ofertas de trabajo como villano, alternando entre películas de terror de bajo presupuesto donde «se sentía como en casa», serie de televisión y películas de Hollywood.

Algo a criticar es el poco desarrollo de los protagonistas, ya sea porque caen en el tópico de bueno vs malo, son los secundarios quienes tienen mucho que aportar al menos hasta que caigan en el camino del «agente sin sentimientos».

Lo positivo es la poca presencia del rostro de nuestro atacante, lo cual aporta un halo de misterio. Toques sobrenaturales, gore, golpes y muertes sin sentido, un perturbado en la Gran Manzana, no pidan más y preparen algo para acomodarse en el sillón que podrá agradar a la vieja guardia, aunque la cinta envejezca medio-medio es un título que debe tener su visionado, nos vemos en otra «Locura Tio Scabbs».

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